El presidente del Cabildo insular, Carlos Alonso, entregó el pasado viernes [día 17] la Medalla de Oro de la isla de Tenerife a la Asociación de Alfombristas de La Orotava. El colectivo fue constituido en 1991 con el objetivo de preservar y fomentar la tradición del alfombrismo, una actividad iniciada en el siglo XIX y que cuenta con gran arraigo en ese municipio, además de un alto atractivo cultural y turístico regional, nacional e internacional.
El acto se desarrolló en el Salón Noble del Palacio insular y contó con las intervenciones, por este orden, del presidente de la Asociación, Jesús Rodríguez, y del presidente insular, Carlos Alonso. Además, se cerró con una actuación musical a cargo del cuarteto de clarinetes Ensemble de La Orotava.
El Cabildo concede esta Medalla de Oro a personas físicas y entidades sociales de cualquier orden con el fin de premiar los especiales merecimientos y servicios extraordinarios que hayan contribuido al beneficio moral o material de Tenerife.
La Asociación de Alfombristas de La Orotava es una organización sin ánimo de lucro que acoge y está abierta a las personas que participan en la confección de las alfombras de flores que se realizan en las calles del municipio y en el magno tapiz de tierras naturales que se ubica anualmente en la Plaza del Ayuntamiento. Sus objetivos son atender a la realización, conservación y difusión de este arte efímero.
Entrega de la Medalla de Oro a la Asociación de Alfombristas de La Orotava
Durante sus dos décadas y media de trayectoria, el colectivo ha promovido también acciones para la mejor cualificación de sus asociados y un mayor perfeccionamiento en la realización de las alfombras. En este aspecto, la Asociación impulsó la creación de la Escuela Municipal de Alfombristas y gestiona el Museo de las Alfombras. Además, es miembro fundador de la Comisión Gestora Internacional de Arte Efímero que espera aglutinar a colectivos de todos los rincones del mundo.
Primeras alfombras
La historia de esta tradición está vinculada a la festividad del Corpus Christi. Fue a mediados del siglo XIX cuando varios miembros de la familia Monteverde realizaron en el exterior de su casa una alfombra sobra la que pasara la procesión del Santísimo Cristo con motivo de esta festividad religiosa. Esta iniciativa fue muy bien recibida por el resto de villeros, que dieron continuidad a la iniciativa y poco a poco fueron creando más alfombras para cubrir el resto del recorrido.
Hoy, las alfombras de La Orotava están compuestas exclusivamente de materiales vegetales en las calles y arena volcánica para el tapiz de la Plaza del Ayuntamiento.
La celebración de la Octava del Corpus de La Orotava, junto a la Romería en honor a San Isidro, es Fiesta de Interés Turístico Nacional desde 1980. Además, desde 2007, las alfombras son Bien de Interés Cultural en la categoría de Actividad Tradicional de Ámbito Insular.