El Cabildo invierte 15 millones de euros en la primera fase del Plan de Descarbonización de BALTEN

El consejero de Sector Primario, Valentín González, explica que “se trata de fondos procedentes del propio Cabildo y de Europa, para aplicar una serie de actuaciones que permitirán que el 86% de la energía que consume BALTEN proceda de fuentes renovables”

El Cabildo de Tenerife invierte 15 millones de euros en la primera fase del Plan de Descarbonización de la empresa pública BALTEN, que suministra agua de riego al campo tinerfeño.

El consejero de Sector Primario, Valentín González, explica que “desarrollamos esta iniciativa con fondos procedentes del propio Cabildo y de la Unión Europea, con el objetivo de que el 86.6% de la energía que consume BALTEN proceda de fuentes renovables, evitando la emisión de 8.850,74 toneladas de CO2 equivalente al año”.

González pone de manifiesto que “las actuaciones que contiene este Plan persiguen los objetivos de mitigar los efectos del cambio climático y asegurar el servicio ante posibles ceros energéticos”. En esta primera fase, ya se han ejecutado los proyectos de instalación de fotovoltaicas de Valle San Lorenzo y en el Complejo de Isla Baja. En la actualidad, se están colocando las primeras placas fotovoltaicas flotantes en la balsa de San Antonio, y están pendientes de desarrollar la instalación de placas flotantes en Valle San Lorenzo y la estación minihidráulica de Isla Baja.

La estrategia permitirá desligar la gestión del servicio público de agua de riego que presta BALTEN del consumo de combustibles fósiles y asegurará la prestación del servicio a través del desarrollo de inversiones que permitan el total autoabastecimiento eléctrico del mismo y la venta de excedentes.

La totalidad del Plan tiene un presupuesto de 48,7 millones de euros, de acuerdo a la disponibilidad de crédito, para invertir no solo en energías renovables, sino que “se dará un paso más, estudiando el potencial de producción de todas las instalaciones de BALTEN, para que la empresa pública pueda, en el futuro, producir y suministrar energía desde sus instalaciones al resto del sector público insular, aprovechando, entre otras cuestiones, toda la superficie de lámina de agua que tienen las balsas de la isla, o mediante el desarrollo de centrales minihidráulicas en los saltos existentes en su extensa red de tuberías.