El Cabildo inicia la reparación de la mayor conducción de agua de regadío de la isla por 1,4 millones

El consejero insular de Agricultura, Ganadería y Pesca, Javier Parrilla, asegura que “la conducción de transporte Santa CruzArona es una infraestructura fundamental para garantizar el abastecimiento del sur de la isla”

Las obras correrán a cargo de la empresa Tedagua y cuentan con un plazo de ejecución de 12 meses

El Cabildo de Tenerife, a través de la empresa pública Balsas de Tenerife (Balten), comenzará a mediados de diciembre los trabajos de reparación de la mayor conducción de agua regenerada de la isla. Las obras, que cuentan con un presupuesto de 1,4 millones de euros, correrán a cargo de la empresa Tedagua y tienen un plazo de ejecución de 12 meses.

El consejero insular de Agricultura, Ganadería y Pesca, Javier Parrilla, explica que “el conocido como tubo negro de Balten es una infraestructura fundamental para garantizar el abastecimiento de agua de riego al sur de la isla, lo cual resulta indispensable, a su vez, para el equilibrio hidráulico de la isla”.

En este sentido recuerda que, “en estos tres años hemos tenido que solventar averías y accidentes que han puesto en jaque el regadío del sur de la isla, como la acaecida el 5 de agosto de 2019, y no podíamos mantener esta situación por más tiempo”.

Los trabajos contemplan la reparación y mejora de la conducción de agua regenerada entre la estación de bombeo ubicada bajo la EDAR de Buenos Aires, en Santa Cruz de Tenerife, hasta la Balsa de Valle San Lorenzo, en Arona, que consta de un primer tramo de tubería de 6,63 kilómetros y que conduce las aguas hasta un depósito situado en El Tablero, de 15.000 metros cúbicos de capacidad.

A partir de El Tablero se desarrolla la propia conducción de transporte de 62,22 kilómetros de longitud, que discurre de forma prácticamente paralela a la Autopista del Sur hasta la balsa de Valle de San Lorenzo, de 250.000 metros cúbicos de capacidad.

A través de esta actuación también se mejorarán las obras de paso, arquetas y demás elementos estructurales. Del mismo modo, se sustituirán elementos de valvulería, se reforzarán los anclajes y se instalarán nuevos dispositivos de control. “Todo ello con el objetivo de preservar esta instalación estratégica, pionera en Canarias y que en 2023 cumplirá treinta años de servicio”, abunda Javier Parrilla.

El responsable insular recuerda que, a principios de 2020, en virtud del principio de prevención, el Cabildo determinó realizar una inspección completa de este sistema y la propuesta de actuaciones para mejorar su garantía de mantenimiento y conservación.

A este respecto, Parrilla recuerda que a principios de año se adjudicó el contrato de mantenimiento de todas las conducciones de agua (incluida esta) y que todos los servicios de este contrato se han optimizado desde la perspectiva de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030, exigiendo un compromiso expreso a los licitadores e incorporando los criterios ambientales de manera transversal.