El presidente del Cabildo, Carlos Alonso, leyó el pasado sábado el pregón de las fiestas de El Socorro, en Güímar, en el que hizo referencia a la historia del pueblo a través de los años, especialmente vinculada a la agricultura, por lo que rememoró al “valle fértil que se convirtió en su día en la despensa de toda la Isla, donde se vivieron tiempos de alpargata, de sombreros, de cocinas de leña, de pescaderas que subían con el pescado en la cabeza desde la costa para venderlos casa por casa, con aquellas pesas de balanza y cayados de playa”. También hizo mención a las “cicatrices abiertas” con las que los vecinos han debido convivir “como las que dejó la extracción de áridos destinados al crecimiento del Sur. Sin duda, la riqueza de muchos y la avaricia de unos cuantos ha sido un costo para este municipio” y a “esa nube de avance en el turismo, del que Güímar no se incentivó de igual manera, pero en el que igualmente hombres y mujeres comerciantes, industriales, promotores que en mucho ayudaron a sacar esta Isla adelante. Con ellos avanzó Güímar”.

Carlos Alonso, recordó, ante la alcaldesa de Güímar, Carmen Luisa Castro y otras autoridades civiles y eclesiásticas, su experiencia personal de los años que ha hecho el camino, así como a anécdotas vivió de pequeño con sus padres en este municipio. Se adentró, también, en el valor histórico de la ceremonia que se rememora en la playa de Chimisay ” un gesto que resume el encuentro entre una nueva civilización, la que conquistó el futuro de estas islas, con la vieja sociedad aborigen que habitaba en las islas antes de la conquista. Un instante que también cambió la historia de esta Isla, desde las costas de El Socorro, con nuevos colores, añadiendo a los de la arena oscura y a los pardos de las pieles de cabra, los colores vivos, ocres, carmines, púrpuras, naranjas que reflejan el manto de Chaxiraxi” dijo.

El presidente del Cabildo recordó que “Güímar no ha terminado de hablar en cuanto a su papel en el desarrollo futuro de Tenerife. Está en una posición geográfica privilegiada. Mantiene intacto su carácter de pueblo y sus posibilidades estratégicas. Crece de forma sensata y está fijando una nueva población que tiene a su alcance, a poca distancia y con excelentes comunicaciones, tanto el área metropolitana como ese Sur donde el turismo sigue siendo de capital importancia”.

El pregón comenzó con una referencia expresa a El Socorro y acabó con él. Así, Carlos Alonso pidió apoyo a la Virgen de El Socorro e insistió en que “la Isla entera que tienen en Güímar al mejor pueblo, al más hospitalario, al que custodia el origen de nuestra devoción mariana”. Animó a los güimareros a disfrutar de las fiestas y a conservar una tradición “que es única en la Isla”.