Unas 70 personas provenientes de Santa Cruz de Tenerife visitaron el casco histórico de San Juan de la Rambla gracias a la actividad de turismo de interior y envejecimiento activo Nuestros guías, los mayores, puesta en marcha por el Programa Ansina del Cabildo de Tenerife. Esta actividad permitió que un grupo de veteranos de este municipio norteño mostrase a sus coetáneos los atractivos de San Juan de la Rambla.

La consejera insular de Acción Social, Coromoto Yanes, recordó que el objetivo de esta actividad es propiciar una madurez activa entre las personas de edad de nuestra Isla; en este caso, no sólo conociendo de forma directa los rincones más emblemáticos de Tenerife, sino también adquiriendo un papel activo como guías turísticos. “Al actuar como guías, los mayores comparten no sólo conocimientos sobre su localidad, sino también experiencias vitales”, añadió.

En concreto, unas 70 personas procedentes de las asociaciones de mayores Brisas de Anaga (Taganana) y San Albino (Tíncer, Santa Cruz), así como un grupo de mayores de Roque Negro, Afur y Casas de las Cumbres (del macizo de Anaga) disfrutaron de un recorrido histórico por San Juan de la Rambla. Con la ayuda de la animadora de Ansina Ana Belén Bacallado, los guías voluntarios Martín Falcón, Pilar García, Celestino Hernández y María Teresa González acompañaron a los visitantes capitalinos en su itinerario por las calles de San Juan de la Rambla, en las que destaca la arquitectura tradicional canaria.

La iglesia de San Juan Bautista, la Alhóndiga, las Capillas de la Cruz y San Rafael, el Calvario, el Cementerio Parroquial, así como las casas de las familias Hernández Oramas, Pérez Montañés, Delgado Oramas, Díaz-Llanos y Bautista fueron paradas obligatorias en las que los mayores santacruceros admiraron la riqueza de sus fachadas, balcones, cubiertas de teja y ventanas con antepecho y hojas, entre otros detalles decorativos.

La actividad Nuestros guías los mayores es una iniciativa enmarcada dentro del Programa Ansina, que depende del Área Social del Cabildo, donde personas mayores de asociaciones se convierten en guías voluntarios y muestran los lugares más emblemáticos de su municipio a otras personas procedentes de otras localidades. De esta forma, los mayores fomentan el mantenimiento de tradiciones y el conocimiento del patrimonio y la cultura local, así como un envejecimiento activo.