Tenerife ha participado recientemente en un encuentro nacional de la Red de Ciudades Interculturales (RECI), de la que forma parte la isla desde el año 2012. En esta reunión se dieron cita 14 de los 20 territorios que integran esta red, entre los que se encuentran ciudades como Barcelona, Bilbao, San Sebastián, Málaga, Fuenlabrada o Logroño, entre otros. Durante el encuentro se abordaron varias cuestiones relacionadas con el futuro y estructura de la propia RECI, como es el caso de la elaboración de un plan estratégico que sirva para estructurar y trazar objetivos para esta red de territorios que trabajan en la gestión de la diversidad cultural.

El encuentro, el decimosexto desde que se creó la RECI, sirvió para que las personas representantes de los diferentes territorios trabajasen en grupo e intercambiasen temas de interés sobre los circuitos de acogida de personas recién llegadas, así como la situación actual de los menores extranjeros no acompañados y, también, la mejor manera de comunicar las cuestiones interculturales y el público al que deben dirigirse ese tipo de mensajes.

De igual modo, se pusieron sobre la mesa elementos clave que deben tenerse en cuenta en la propia Red para que sea más eficaz, la interacción entre las ciudades participantes en la misma y, además, se estableció una hoja de ruta para abordar cada uno de ellos durante el próximo ejercicio de la RECI. La cita también se aprovechó para contactar con una red de trabajo similar que opera en Italia, con el fin de abordar los proyectos que están desarrollando y establecer vías de colaboración entre ambas redes, acordando un próximo encuentro entre sus representantes en España.

La RECI es una agrupación de ciudades de diferentes puntos del territorio español comprometidas con el impulso de políticas de gestión de la diversidad, basadas en la interculturalidad. Nació impulsada por el Consejo de Europa y está englobada en el programa europeo Intercultural Cities que parte de la convicción de que uno de los grandes retos de Europa es y será la gestión de la creciente diversidad cultural en el continente.

La interculturalidad se basa en la apuesta por la igualdad de derechos, deberes y oportunidades sociales; en la construcción de un discurso en positivo de la diversidad y en el fomento de la interacción social positiva entre el conjunto de la población, luchando contra la discriminación y la exclusión de personas y colectivos.