Tenerife  acogió anoche (miércoles 22) la presentación la Gala Michelín 2018 en la que dieron a conocer los las nuevas estrellas gastronómicas de España y Portugal. La isla consiguió su sexta estrella Michelin en un acto que reunió a lo más selecto de la gastronomía nacional. El restaurante Nub, ubicado en La Laguna, fue la representación isleña que alcanzó ese reconocimiento de la mano de los chefs Andrea Bernardi y Fernanda Fuentes.

El resto de los restaurantes tinerfeños que ya contaban con esta distinción lograron mantenerla otro año más. Las dos estrellas que tiene el MB (de Martín Berasategui), en el hotel Ritz Carlton Abama, y la estrella con la que ya cuentan el Kabuki (también en este mismo hotel), el Kazan ubicado en Santa Cruz de Tenerife y El Rincón de Juan Carlos, localizado en Los Gigantes, se quedan en Tenerife ya que estos locales seguirán teniendo la misma categoría en esta prestigiosa guía gastronómica.

El presidente del Cabildo, Carlos Alonso en su intervención recalcó la esencia del éxito de nuestra gastronomía que está “siempre en el esfuerzo y el trabajo en equipo, las gotas de agua que al final acaban llenando el vaso. Ponemos sobre la mesa todo el talento de quienes mejor conocen nuestros productos. Es la cocina que propone una nueva y valiosísima generación  que ha conseguido sorprender, unos profesionales que son capaces de  hacer elaboraciones en las que convive el modo tradicional de preparar los platos junto a planteamientos gastronómicos vanguardistas”.

Alonso añadió que “somos lo que somos porque nos lo hemos currado. Hemos demostrado que el esfuerzo, unido al trabajo en equipo, con excelente coordinación y grandes dosis de entusiasmo, han dado como resultado un rotundo éxito como pudimos comprobar en la última cita de Madrid Fusión donde estuvimos presentes con los mejores ingredientes cargados de ilusión, profesionalidad y muchas ganas de innovar con los productos únicos que nos ha regalado esta tierra y que nuestros profesionales han sabido transformarlos con nuevas ideas para servirlos en la mesa con orgullo y sobre todo, con mucho corazón.