La actividad, a cargo del conservador de la Colección TEA, Isidro Hernández, tendrá lugar el sábado

[día 19] a las 12:15 horas

TEA Tenerife Espacio de las Artes, centro de arte contemporáneo que depende del Área de Cultura, Educación, Juventud y Deportes del Cabildo Insular de Tenerife, que dirige la consejera Concepción Rivero, inaugura este sábado [día 19], a las 12:15 horas, Perspectivas, un nuevo ciclo dedicado al análisis de obras y artistas de la Colección TEA a través de la interpretación y la visión de diferentes ponentes. Este primer encuentro estará a cargo del conservador de la Colección, Isidro Hernández, quien hablará sobre el alcance de la obra del pintor Óscar Domínguez (Tenerife, 1906-París, 1957), una de las figuras clave de la aventura surrealista y los movimientos de vanguardia del siglo XX.

Esta actividad es gratuita pero requiere de inscripción previa enviando un correo a tea@tenerife.es en el que se debe indicar nombre, número de teléfono de contacto y un número de DNI. (Aforo limitado a un máximo de diez personas respetando las distancias de seguridad establecidas). Las personas que asistan a este evento deberán hacer uso de mascarillas.

Tanto por la calidad subversiva de sus creaciones, como por su participación activa en el Surrealismo -episodio crucial en las artes de la Vanguardia del siglo XX-, Óscar Domínguez ha sido considerado, junto con Joan Miró y Salvador Dalí, “el tercer gran nombre” que España da a la pintura surrealista.

Si bien la infancia de Domínguez transcurre entre los municipios tinerfeños de La Laguna y Tacoronte -donde su familia contaba con haciendas y plantaciones-, a partir de 1927 combina su residencia en París con varios viajes a su isla natal, hasta que, ya a partir de 1936, la capital francesa se convierte en su hogar definitivo hasta su muerte, un 31 de diciembre de 1957.

Desde sus composiciones de principios de los años treinta –La bola roja (1933) o Le dimanche (1935)-; pasando por la genialidad de sus pinturas cósmicas –Los platillos volantes (1939)- y superando el período metafísico y la asimilación del estilo picassiano, ya en la década de los cuarenta –Mujer sobre el diván (1942)-; hasta alcanzar su técnica del triple trazo y, posteriormente, la etapa informalista que caracteriza a sus últimas obras –Delphes (1957)-, la predisposición de Domínguez hacia una imaginación pictórica plena y su permanente experimentación lo convierten en una figura clave en el contexto del Movimiento Surrealista.

La contribución fundamental de Óscar Domínguez a las artes del siglo XX fue la invención de la “decalcomanía”, según explica el Dictionnaire Abrégé du Surréalisme firmado por André Breton y Paul Éluard en 1937. Esta técnica pictórica es uno de los procedimientos más emblemáticos del automatismo gestual. El pintor español se caracteriza por una práctica pictórica de una gran intuición onírica, presidida por un espíritu liberador en estado puro en perfecta consonancia con la maquinaria clandestina, vertiginosa e irracional que propone el Surrealismo.