La exposición El Paisaje Sonoro, la primera individual de Ildefonso Aguilar en TEA Tenerife Espacio de las Artes, se despide este domingo [día 11] de este centro de arte contemporáneo del Cabildo. Como despedida de esta muestra se presentará el proyecto audiovisual El Paisaje Sonoro, de Enrique Cárdenes, una creación realizada a partir de una coreografía del bailarín Álvaro Esteban con música de Samuel Aguilar. La actividad, en la que intervendrán Samuel Aguilar, Enrique Cárdenes, Isidro Hernández y el artista Ildefonso Aguilar, tendrá lugar el domingo [día 11] a partir de las 12:00 horas. La entrada a esta proyección es libre hasta completar el aforo de la sala.
Durante la exposición de El Paisaje Sonoro en TEA se creó un trabajo a cuatro bandas a partir de la obra pictórica de Ildefonso Aguilar: Samuel Aguilar realizó la composición musical, Álvaro Esteban creó la pieza de danza y Enrique Cárdenes realizó el video que ahora se presenta.
Enrique Cárdenes ha trabajado con las compañías de danza Provisional Danza (1993-2000, 2012), La platanera (2000), El ojo de la faraona (2004-2006) y Perroverde (2007). Ha sido además ayudante de Dirección de la compañía Provisional Danza (1998-1999) y ha actuado en distintos festivales y teatros del territorio español e internacionales. Trabaja con el vídeo desde el año 2000, realizando sobre todo video performances, vídeo instalaciones, obras con las que ha participado en diferentes exposiciones y festivales.
La exposición El Paisaje Sonoro reúne casi medio centenar de obras de Ildefonso Aguilar que han sido creadas y pensadas para este espacio. La exposición, que puede visitarse hasta el domingo de 10:00 a 20:00 horas, cuenta con el patrocinio de JTI y con la colaboración del Cabildo de Lanzarote y de Cicar. En El Paisaje Sonoro el artista Ildefonso Aguilar descubre sus últimas creaciones, obras que ponen de manifiesto la influencia que la naturaleza y el paisaje han tenido y siguen teniendo en su trayectoria. Pinturas, fotografías e instalaciones audiovisuales conforman esta muestra en la que Ildefonso Aguilar invita al espectador a sumergirse en un universo de lavas, tierras y rocas y a viajar hasta la esencia hecha arte de dos islas, Lanzarote e Islandia.