El Cabildo, a través del Instituto de Atención Social y Sociosanitario, IASS, ha aprobado un año más los convenios de colaboración con los ayuntamientos de municipios de menos de 20.000 habitantes en materia de prevención comunitaria de las drogodependencias y otras adicciones. Esta acción se enmarca dentro del I Plan Insular de Drogodependencias y otras Adicciones, y cuenta con un presupuesto de unos 140.000 euros.

La decisión fue adoptada durante la celebración de la última sesión del Consejo Rector del IASS. Cabe destacar que esta línea de trabajo con los municipios de la Isla de menos de 20.000 habitantes se lleva a cabo desde hace once años, y que son las propias instituciones municipales las que proponen y desarrollan sus proyectos de prevención. De igual modo, se lleva a cabo al amparo del primer Plan insular de Drogodependencias 2015-2023.

La directora insular responsable del IASS, Juana María Reyes, explica que el objetivo de estos convenios “es apoyar económicamente los proyectos de prevención comunitaria de las drogodependencias que busquen la prevención y la sensibilización sobre los efectos perniciosos del consumo de drogas”. “De igual modo señala- pretendemos concienciar sobre la importancia de los problemas, daños y costes relacionados con el consumo de drogas”.

Estas acciones deben enmarcarse en el ámbito general de Promoción y Educación para la salud. Todas aquellas actividades que recojan los proyectos de los ayuntamientos van destinadas a niños y jóvenes para concienciarlos de los problemas, daños y costes relacionados con el consumo de drogas.

Estos proyectos deben abordar de manera prioritaria el consumo compulsivo de alcohol y drogas. Por ello, se pretende concienciar a los ciudadanos de la responsabilidad que tienen consigo mismos y con el entorno. Otro de los objetivos de estos proyectos es retrasar la edad de inicio del contacto con las drogas, reducir los factores de riesgo y fomentar los de protección, con el fin de promocionar la salud y evitar el consumo de sustancias. De ahí que las edades con las que se actúa son desde los 5 hasta los 19 años.

Las actividades de ocio y tiempo libre que se realicen deben estar enfocadas en trabajar en la educación para la salud, por lo que al menos el 20 por ciento deben ser talleres o actividades formativas y educativas específicas sobre prevención.