El Cabildo de Tenerife, a través del Programa de Dinamización Sociocultural e Intervención Social Ansina, ha convertido la lectura en nexo de unión entre generaciones gracias al proyecto Los mayores cuentacuentos, que promueve el fomento de la lectura y difunde la literatura oral entre los escolares. La actividad se desarrolla desde 2012 gracias al voluntariado de un grupo de 8 personas de más de 60 años de edad, que ya han llegado a casi 3.200 escolares de 43 colegios.

La consejera de Acción Social, Coromoto Yanes, señaló que este proyecto de voluntariado se desarrolla sin ánimo de lucro con el fin de capacitar a personas mayores en el arte de la narración oral a fin de que puedan desempeñarse como mediadores de lectura.  “Las personas voluntarias se inscriben de manera libre a través de Ansina y a todas ellas se les capacita en estrategias de narración oral para llevar su conocimiento a los escolares de la Isla”.

En concreto, los voluntarios han realizado las sesiones de cuentacuentos en colegios de la Isla, principalmente de Infantil (con escolares de 3 a 6 años) y 1º y 2º de Primaria (con escolares de 6 a 8 años). Las sesiones, que tienen una duración de unos 20 minutos, permiten a los niños acercarse a la lectura mediante la narración oral.

En la actualidad, el grupo que ofrece las narraciones lo integran ocho voluntarios: Ángeles León Ávila, Cecilia Rodríguez González, María Dolores Rodríguez González, Carmen Margarita González Núñez, María Dolores Fernández Cano, María Curbelo Curbelo, María Victoria Martín Delgado y Manuel de La Torre. Cuenta con un amplio repertorio de historias, desde cuentos de siempre -muchos de ellos basados en la tradición oral-, hasta historias del mundo de hoy:  Parece Gulliver, El cuento de todos cuentos, El Cangrejo Chan Chan,  Hoy no ha salido la luna, Pirata pata de palo… son algunos de sus títulos.

Los cuentos son elegidos y adaptados entre todos los integrantes. Algunos narran la importancia de los mayores y de su sabiduría ganada con los años, otros enseñan la importancia de la ayuda mutua para alcanzar un objetivo en común, y otros recuerdan a los más jóvenes la importancia de hacer buenos actos, pero todos dejan traslucir el entusiasmo y la pasión que ponen los voluntarios.

Desde Ansina señalan que esta actividad de carácter colaborativo está abierta para cualquier persona mayor que desee convertirse en cuentacuentos, y a que los participantes puedan crear una historia a través de su experiencia personal, o incluir relatos de la tradición oral en el repertorio. A la hora de narrar, los mayores cuidan la puesta en escena, empleando canciones o títeres. Todo ello anima a los pequeños a adentrarse en la lectura.