El director insular de Fomento y Movilidad del Cabildo de Tenerife, Miguel Becerra, asegura que se trabaja para dar solución a uno de los principales problemas a los que se enfrenta esta Isla: la movilidad sostenible y que, en ese sentido, el reto consiste en adaptar nuestra normativa a las posibilidades que ofrece la tecnología y asumir los profundos cambios sociales que conlleva. “Nos enfrentamos a fórmulas nuevas que hoy apenas imaginamos pero con una regulación del siglo pasado va a ser inabordable”, asegura.

En la conferencia ‘Movilidad en Tenerife’ organizada por Real Sociedad Económica Amigos del País de Tenerife (RSEAPT) Miguel Becerra, aseguró que la cuestión está en cómo legislar pensando en el futuro y en las necesidades y seguridad de los ciudadanos. “Debemos optimizar la capacidad de transporte, de las infraestructuras, aprovechando las oportunidades que la tecnología de la información ofrece y los procesos de desintermediación, a veces, mal llamados economía colaborativa”. Considera que los incentivos están claros: menores tarifas y pagar por lo que se utiliza y no por consumos futuros o la posibilidad de utilizar.

La preocupación hasta ahora ha sido la oferta pero no la demanda ni el marco normativo, explica el director insular que insiste en la necesidad de una norma de carreteras que se adapte a las singularidades de nuestras vías (travesías, uso compartido por bicicleta, integradas y respetuosas con el paisaje). Asimismo, apuesta por limitaciones de circulación en espacios de alto valor natural en espacios naturales y sensibles a impactos por aglomeraciones como se está haciendo en Punta de Teno, donde, los fines de semana, solo se utiliza el transporte público o como se ha hecho durante la operación nevada y como se estudia en otros enclaves.

“El futuro de la movilidad está en esas políticas que permitan engancharnos a las nuevas tendencias que la tecnología está poniendo ya a disposición de usuarios y gestores públicos”, comenta Becerra. Debemos optimizar la capacidad de transporte, aumentando el número de viajeros por vehículo; ir a coches eléctricos que facilitan la conducción autónoma o asistida; sistemas integrados de movilidad, Big Data, que posibilitan cruzar demandas y ofertas de manera inmediata y aplicativos para compartir viaje.

Todas estas innovaciones no están en la imaginación ni en los laboratorios, asegura el director insular que adelanta que el sector de la movilidad será uno de los que más cambios va a experimentar en los próximos 15 años “y ello requerirá una transformación total del actual marco normativo”.

Ante este panorama, y teniendo en cuenta que el ámbito territorial en Tenerife es limitado en lo físico, 2.034 km2, con un 50% protegido y con una orografía muy complicada, el desafío que tiene el Cabildo para facilitar la movilidad de los ciudadanos y visitantes que a diario transitan las carreteras no parece fácil.

Con el objetivo de lograr este reto, desde la Corporación insular se está llevando a cabo una potente inversión para regenerar el estado en el que, actualmente, se encuentran estas vías de la red insular. Ya se han puesto en marcha diversas acciones en infraestructuras cuya finalidad pasa por potenciar los grandes corredores (TF-1 y TF-5), aumentando su capacidad; cerrar el anillo insular para poder conectarlos; mejorar de la seguridad de la red insular y priorizar el transporte público.

El objetivo debe ser la integración de carreteras y transportes. “Ambos son instrumentos al servicio de una misma política, la de hacer sostenible la creciente demanda de movilidad en la isla, incluso más allá de la propia reactivación económica”, asegura Miguel Becerra.