El Cabildo de Tenerife, a través del Área de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Seguridad, continúa los trabajos de adecuación de la pista de Las Hiedras, en Anaga, para acondicionar el firme de este sendero y hacerlo más accesible para que aquellas personas que presenten algún tipo de discapacidad o problemas de movilidad puedan disfrutar de este entorno natural con total seguridad. De esta manera, resulta prematuro valorar una actuación que aún no ha finalizado y que pretende facilitar la movilidad de estas personas.

Esta actuación supone no solo la mejora del pavimento de esta vía, sino también la instalación de márgenes para facilitar el tránsito de personas y evitar accidentes. Las obras comprenderán una distancia de 840 metros, que representa el 0,1% de los más de 1.000 kilómetros de senderos que hay en Tenerife.

Según el vicepresidente y consejero insular responsable del Área, José Antonio Valbuena, desde la Corporación insular “se sigue apostando decididamente por una accesibilidad que no quede limitada únicamente a las áreas urbanas, sino que, de forma selectiva y controlada, pueda extenderse a los espacios naturales para fomentar la accesibilidad universal de la naturaleza para que todas las personas tengan los mismos derechos a la hora de disfrutar del medio ambiente, independientemente de sus condiciones físicas”.

Con este tipo de acciones el Cabildo de Tenerife continúa dando cumplimiento a su compromiso de preservar, matener y defender el medio ambiente como un legado único y característico de esta zona de la Isla. Con estas acciones se facilita que todas las personas que así lo deseen puedan recorrer este sendero con todas las medidas de seguridad para poder disfrutar de su belleza y su biodiversidad, manteniendo intactas las condiciones de las especies animales y vegetas que convierten a Anaga en un lugar ideal para pasar buenos momentos en plena naturaleza.

Para la puesta en marcha de este proyecto, la Oficina de Participación y Voluntariado Ambientales de la Corporación insular, ha contado con la colaboración de los voluntarios participantes en el programa de innovación social Ruta Siete ULPG, impulsado por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y la Fundación Universitaria de Las Palmas, que promueve que los participantes conecten su talento y habilidades con las necesidades del entorno y sus habitantes.