Lunes, 19 de julio de 2021

 La nueva acción de este programa de danza y performance tendrá lugar este viernes

[día 23], a las 19:00 horas

TEA Tenerife Espacio de las Artes, centro que depende del área de Cultura del Cabildo que gestiona el consejero Enrique Arriaga, presenta este viernes [día 23], a las 19:00 horas, El movimiento involuntario, una apertura del proceso en residencia que la artista Lara Brown ha llevado a cabo durante estas últimas dos semanas en el marco del programa de danza y performance La Cresta.

El movimiento involuntario da título a un proyecto en el que Lara Brown -que se dedica a la investigación y a la creación artística- estudia el impacto del folclore en un cuerpo contemporáneo. Este proyecto surge de la necesidad de entender el origen de ese folclore, en concreto del baile. Para ello, la bailarina y coreógrafa parte de la pregunta de si es el baile una necesidad innata e improductiva. Además, con este trabajo pretende hacer un pequeño homenaje al folclore de cada lugar.

La Cresta es un programa de danza y performance de TEA en torno a los nuevos lenguajes de creación escénica contemporánea con espacios para la creación, la exhibición, el pensamiento y la documentación en el que artistas locales y nacionales dialogan desde sus prácticas con el centro de arte y el territorio. La artista Carlota Mantecón, cuyo trabajo gira en torno a la coreografía y el cuerpo, es la curadora de La Cresta.

La entrada a esta representación es gratuita, pero con aforo limitado y reserva previa. Las personas interesadas en asistir a esta nueva acción de La Cresta, que tendrán que hacer uso de sus mascarillas, deberán solicitar su plaza enviando un correo a actividades@teatenerife.es indicando su nombre, un número de teléfono de contacto y su número de DNI.

“Me gusta pensar que bailar es una necesidad innata que tenemos de movernos de manera improductiva”, explica Lara Brown quien sostiene que “cada territorio tiene una relación distinta con su folclore, que los acontecimientos históricos, la situación geográfica y la política de un lugar influyen directamente en la manera que tienen sus habitantes de relacionarse y entender sus bailes”. Reconoce la artista “el punto de partida coreográfico que empuja esta idea es la jota” y matiza que “en cada lugar donde se desarrolla esta investigación a través de un intercambio de impresiones, movimientos, anécdotas, lecturas y recuerdos; florece una acción y un subtítulo dedicado al folclore de ese entorno en particular. Como un homenaje al origen de su folclore”.

Lara Brown (1986) desarrolla su trabajo en torno al análisis de la idea de identidad, el cuerpo y la transformación de este como soporte artístico y generador de pensamiento. En su trayectoria está presente la necesidad de atravesar y pensar diferentes contextos artísticos en los cuales la obra solicita la presencia del cuerpo y el movimiento, desplazando la idea de escena como espectáculo y proponiendo otra dimensión temporal para la ejecución, así como otra disposición para los ojos que la miran.

Brown ha formado parte del encuentro Brut 2019, del Centro de Danza La Caldera, así como en el ciclo Arar en 2020, con el proyecto Puede que haya maneras de acercarnos. Su último trabajo Ser devenir, ha participado en el ciclo Me, Myself and I, del Certamen de Coreografía de Madrid, en el ciclo In-prescindible de La Poderosa, Barcelona, y en el programa de residencias de Leal.Lav, La Laguna. En 2019 esta investigación también fue acogida en residencia, con la asistencia coreográfica de Idoia Zabaleta, en Espacio Azala, gracias al programa Dazálava y durante 2019 año fue proyecto en residencia en La Caldera, Barcelona. Programado en el Congreso de filosofía y danza en Centro Coreográfico Canal en 2010 y en el Ciclo Mover Madrid 2021.

Lara Brown ha sido performer en Una exposición coreografiada, comisariada por Mathieu Coppeland, en CA2M, y perfomer de la exposición Todas las Variaciones son válidas, incluida esta, de Esther Ferrer, en el Museo Reina Sofía. En el mes de noviembre de 2018 fue invitada a Tanzkongress, Salón Madrid con Meg Stuart en colaboración con Abraham Hurtado. Ha formado parte junto al artista Sepa, del colectivo Suga, que se inauguró con la beca Artistas en residencia de La Casa Encendida y CA2M.