El bodeguero Domingo Martín Cruz recibió ayer el galardón de manos del presidente del Cabildo de Tenerife, Pedro Martín, quien puso en valor el trabajo del ámbito vitivinícola de la isla y su condición “de sector estratégico, capaz de competir con otros lugares del mundo”

En esta ocasión, el tradicional acto de San Andrés se celebró sin público y con un aforo reducido de autoridades y representantes del sector a causa de las restricciones preventivas y de seguridad motivadas por la pandemia

El acto se retransmitió en ‘streaming’ a través del canal de Youtube de la Fundación Tenerife Rural y del Facebook de la Casa del Vino, con conexiones a bodegas, vinotecas y restaurantes

El presidente del Cabildo de Tenerife, Pedro Martín, entregó en la tarde-noche de ayer el Premio San Andrés 2020 a Bodegas Marba, con sede en Tegueste, que recogió su propietario, Domingo Martín Cruz. El tradicional acto tuvo lugar en el patio central de la Casa del Vino, en El Sauzal, y se celebró sin público presencial y con un aforo limitado de autoridades y representantes del sector vitivinícola de la isla a causa de la pandemia y que se adaptó a las restricciones y medidas sanitarias preventivas y de seguridad estipuladas. El acto, no obstante, se retransmitió en streaming a través del canal de Youtube de la Fundación Tenerife Rural y del Facebook de la Casa del Vino, con vídeos de viticultores y bodegueros de las diferentes denominaciones de origen y conexiones a bodegas, vinotecas y restaurantes comprometidos con los vinos de la isla.

La entrega de este galardón que concede el sector vitivinícola tinerfeño contó con la presencia del vicepresidente primero de la corporación insular, Enrique Arriaga; el consejero de Agricultura, Ganadería y Pesca del Cabildo, Javier Parrilla; el director del Instituto Canario de Calidad Agroalimentaria (ICCA), José Basilio Pérez; el alcalde de El Sauzal, Mariano Pérez; y presidentes de los diferentes consejos reguladores de la isla, en cuyo nombre habló el presidente de la Denominación de Origen Abona, Domingo Luis Martín Rodríguez de Acuña.

Pedro Martín apeló en su intervención a no “caer en el desánimo” por la actual situación y puso en valor la labor y el compromiso del ámbito vitivinícola de Tenerife y su condición de “sector estratégico, capaz de competir con otros lugares del mundo”. El presidente del Cabildo instó a mirar “con ilusión el futuro” y remarcó el “compromiso y las ganas de seguir trabajando con el sector por parte de la institución insular”.

Por su parte, el consejero Javier Parrilla señaló que este año San Andrés “va a ser recordado por lo excepcional del año 2020” y mostró su confianza en que el que año que viene se revierta la situación” y se pueda celebrar “un San Andrés como dios manda”. “El vino aguanta, como aguantan nuestros viticultores y viticultoras”, apostilló.

En representación de la bodega premiada, Domingo Martín Cruz agradeció al Cabildo de Tenerife la “sensibilidad que ha tenido con el sector vitivinícola, duramente castigado por las inclemencias del tiempo y por el cambio climático”.  Un emocionado Martín Cruz recordó los duros inicios de la bodega de la mano de su esposa, Emérita Báez, también presente en el acto, y subrayó que la meta de Bodegas Marba ha sido siempre la de “lograr la excelencia”. “Podemos estar orgullosos de nuestros vinos, como demuestran los premios conseguidos en todos estos años”, aseguró el bodeguero, quien apuntó también al interés de empresas distribuidoras internacionales por contar con sus productos.

El acto contó, además, con las intervenciones del director del Instituto Canario de Calidad Agroalimentaria (ICCA), José Basilio Pérez, que instó al consumo de productos de cercanías, y el presidente de la Denominación de Origen Abona, Domingo Luis Martín Rodríguez de Acuña, en representación de los diferentes consejos reguladores de la isla, quien enfatizó que el “sector no ha perdido la ilusión a pesar de los duros momentos que se viven”.

La entidad premiada, Bodegas Marba, con sede en el municipio de Tegueste, tiene su origen en el año 1993 de la mano de Domingo Martín Cruz, elaborando sus primeros vinos, cuya aceptación entre amigos y familiares fue excelente. Animado por los buenos resultados, se marcó el objetivo de elaborar vinos de alta calidad. La bodega, que fue dada de alta en el Consejo Regulador de Tacoronte-Acentejo en 1998, comercializó durante dos años vino de mesa con la marca El Pino, y el año 2000 lanzó al mercado la marca Marba, con la denominación de origen Tacoronte-Acentejo. Marba es un nombre compuesto que procede de los apellidos de la familia Martín Báez, en reconocimiento al esfuerzo que ha empleado en la creación y continuidad de la bodega. En la actualidad, la capacidad de la bodega, que cuenta con un equipo humano con una larga trayectoria y experiencia profesional en el sector, es de 100.000 litros aproximadamente.