El consejero delegado de Participación Ciudadana y Diversidad, Nauzet Gugliotta, considera “necesario que la población más joven sea consciente de la realidad que viven las personas con deficiencias auditivas con el fin de facilitar su integración”

La semana pasada se llevaron a cabo tres talleres en un colegio y un instituto de la capital impartidos por la Federación de Asociaciones de Personas Sordas de las Islas Canarias (FASICAN)

 

El Cabildo de Tenerife, a través de su programa Tenerife Solidario, y la organización y coordinación de la Federación de Asociaciones de Personas Sordas de Canarias, Fasican, ha facilitado recientemente la impartición de una serie de charlas y talleres a niños y niñas de Educación Infantil y jóvenes de Secundaria de dos centros de la capital tinerfeña. El objetivo fue el de informar, formar y sensibilizar al alumnado acerca de la comunidad sorda y adentrarles en la materia de lengua de signos.

Para el consejero insular delegado de Participación Ciudadana y Diversidad, Nauzet Gugliotta, este tipo de actividades “son muy necesarias para que la juventud sea consciente de que no todas las personas tenemos las mismas capacidades o nos comunicamos igual”. Asegura que “la diversidad es real en todos los ámbitos, y es nuestro deber mostrarles cómo podemos ayudar a cualquier persona a integrarse en cualquier ámbito, y que, incluso, existen voluntarios y voluntarias que, desinteresadamente, les ayudan a hacerlo”.

La actividad, que forma parte de los talleres de entidades de voluntariado bajo el nombre ‘Acércate a la comunidad sorda’, tuvo lugar con dos grupos de 30 alumnos y alumnas del primer ciclo de Educación Infantil del CIFP Los Gladiolos, a quienes, durante una hora, se les explicó qué es ser una persona sorda y algunas nociones para comunicarse con una de ellas, en un lenguaje adaptado a su edad.

Por otro lado, un grupo de 100 alumnos y alumnas del IES San Matías recibió una formación más completa, con el objetivo de sensibilizarles en el favorecimiento de la integración de las personas sordas con las que pudiesen encontrarse en todo tipo de ámbitos: laboral, educativo, familiar, etc. Igualmente, recibieron algunas nociones relativas a la lengua de signos mediante un taller en el que sus participantes pudieron aprender a decir su nombre, así como algunos signos y expresiones básicas.