Un total de 44 turistas alemanes alojados en diferentes establecimientos turísticos del Puerto de la Cruz participaron recientemente en una actividad de reforestación en el paisaje protegido de La Resbala de La Florida (La Orotava) que concluyó con la plantación de 180 árboles. La actividad fue organizada por Excelencia Turística de Tenerife, entidad que desarrolla el Programa de Calidad que impulsa el Consorcio Urbanístico para la Rehabilitación de Puerto de la Cruz en el marco del Plan de Modernización y Mejora (PMM).

Los actuales turistas buscan experiencias en el destino y esta actividad, que contó con el apoyo de los hoteles Tigaiga, Riu Garoé y apartamentos Ambassador, empresas que forman parte del Programa de Impulso a la Calidad, aportó a los clientes alojados en sus establecimientos y a sus empleados una vivencia diferente.

Esta actividad, que contó con la colaboración de la Asociación Agroambiental Arautapala y el Área de Medio Ambiente del Cabildo de Tenerife a través de la Oficina de la Participación y el Voluntariado Ambientales, se desarrolló en La Florida con una visita guiada que sirvió para ahondar en aspectos como la vegetación de la zona, galerías de aguas o las tradiciones  que se completó con la propia reforestación. Granadillos, escobones, palo blanco, cresta de gallo y fallas fueron algunos de los ejemplares que se plantaron durante la jornada.

Los señores Rehm, berlineses, que han vivido por primera vez esta experiencia, encontraron muy positiva esta acción y, además, consideran que podría ser exportable a su propia ciudad.

El matrimonio Kaiser, que ha visitado la isla hasta en 82 ocasiones, disfrutó de Tenerife de una forma diferente gracias a esta actividad de reforestación.

Juan Carlos Lorenzo, gerente de Excelencia Turística de Tenerife, destaca “la apuesta por ofrecer al turista una experiencia que se aleja del sol y playa, una línea que se trabaja en la estrategia de promoción del destino del PMM, que permite al turista sumergirse e integrarlo en la isla de una forma distinta”.

La gastronomía canaria y característica de la propia zona, un puchero y un escaldón, culminaron una actividad que busca fomentar el compromiso de las empresas turísticas y los visitantes en la conservación del medio ambiente, garantizando el sostenimiento de los recursos naturales que forman parte inseparable de los recursos turísticos del destino.