El Cabildo y el Obispado de Tenerife han finalizado las obras de rehabilitación parcial del Santuario del Santísimo Cristo de La Laguna, una actuación que ha contado con una inversión de 321.596 euros de los que la Corporación insular ha aportado el 80 por ciento.

El presidente del Cabildo, Carlos Alonso, y el obispo de Tenerife, Bernardo Álvarez, visitaron recientemente el recinto para supervisar el resultado de los trabajos acompañados por la consejera insular de Patrimonio, Josefa Mesa; el alcalde de La Laguna, José Alberto Díaz, y el esclavo mayor de la Esclavitud del Cristo, Francisco José Doblas, entre otras autoridades.

Alonso explica que “esta obra de rehabilitación constituye la primera fase del Plan Director de la Restauración del Santuario, el convento franciscano y el resto del inmueble ocupado por la Esclavitud así como los bienes muebles”. Además, el presidente insular recuerda que, paralelamente a esta actuación, el Cabildo ha aportado “otros 250.000 euros para financiar la restauración del retablo del altar del santuario, una importante pieza artística declarada Bien de Interés Cultural”.

Por su parte, la consejera insular de Patrimonio recuerda el deterioro que presentaba algunas zonas del santuario hacían peligrar el edificio, por lo que “se trata de una obra muy significativa para los laguneros y también para los visitantes porque supone mejorar un patrimonio histórico y cultural que es de todos los tinerfeños”.

Exterior del Santuario del Cristo de La Laguna

Exterior del Santuario del Cristo de La Laguna

Trabajos

Uno de los trabajos realizados en esta intervención ha sido la reconstrucción de parte de la pared del testero del presbiterio de la nave debido al abombamiento que presentaba la zona, que aloja el retablo mayor donde se ubica la imagen del Santísimo Cristo.

Además se ha procedido a impermeabilizar la cubierta del  recinto y zonas aledañas, sacristía, galería sur y acceso al coro. Una vez analizados y saneados los distintos elementos de la estructura de madera y sus apoyos, se ha colocado aislamiento térmico y elementos de impermeabilización.

Los trabajos han incluido también la sustitución del pavimento de la nave y zonas anexas que, debido a su mal estado de conservación, presentaba piezas fracturadas y con diferentes calidades así como la restauración de la estructura de madera de la cubierta y el coro, del arco de cantería del bajo coro y la retirada de elementos incompatibles con el valor patrimonial del templo.

Por último, se ha dotado al reciento de instalaciones contraincendios, red de baja tensión, telefonía y megafonía.