El Cabildo de Tenerife, a través del Programa de Dinamización Sociocultural e Intervención Social Ansina, trasladó a Arona la actividad Nuestros guías, los mayores, una propuesta para promover el envejecimiento activo con la que Corporación insular pretende aprovechar el caudal de conocimiento de las personas mayores en torno a la historia, etnografía, patrimonio y costumbres de un determinado lugar, y convertirlo en un plus de información para el visitante.

La consejera insular de Acción Social, Coromoto Yanes, subraya los beneficios que aporta esta actividad no sólo para los guías voluntarios, sino también para los visitantes y recordó el reconocimiento que este año otorgó Ansina, a través de sus Premios Valores Humanos, a estos voluntarios por su labor. Asimismo dijo que esta iniciativa permite compartir conocimientos y experiencias acerca de la historia, el patrimonio y la etnografía, además de fomentar el voluntariado y el turismo cultural entre las personas de más de 65 años.

En concreto, unas 45 personas mayores provenientes de las asociaciones de mayores Virgen del Rosario de Fátima (Güímar), Fraysa (El Fraile, Granadilla de Abona) y La Escalona (Vilaflor) disfrutaron de un recorrido histórico por el municipio de Arona, donde pudieron conocer de primera mano su amplio y  conservado patrimonio histórico-artístico.

Con la ayuda de los guías voluntarios Ricardo Pérez, Josefa Santos, Dolores Bethencourt, Faustina González, Deogracias Tacoronte y Argelia Aguilar, el itinerario diseñado para recorrido incluyó la Plaza de la Paz, el Ayuntamiento, la iglesia de San Antonio Abad, Casa La Bodega, Casa de los Baute y El Calvario además de contemplar sus simbólicos almácigos centenarios dispersados por el municipio.

Los visitantes conocieron de primera mano cómo la Plaza de la Paz fue en siglos pasados el primer cementerio municipal. También tuvieron constancia del árbol almácigo como símbolo de su escudo municipal, así como del estilo neo-canario del Ayuntamiento de Arona. En la iglesia de San Antonio Abad tuvieron oportunidad de contemplar sus adornos de madera con forma ochavada (que tiene ocho ángulos iguales y cuatro lados alternados también iguales). Más tarde se nutrieron de cultura en Casa La Bodega, hoy convertido en un museo encuadrado en un paisaje agrícola típicamente sureño, para seguidamente contemplar el verde balcón de la Casa de los Baute, único inmueble del conjunto histórico de Arona que posee este elemento arquitectónico. Por último se desplazaron hasta El Calvario, desde cuyo mirador se divisa todo el municipio.