El Cabildo de Tenerife ha entregado los premios del reto Takete y Baluba, sexta actividad del programa Tenerife Isla Activa que ofrecía a la ciudadanía la posibilidad de hacer actividad física e intercambiar calorías por puntos para optar a diferentes premios. El acto contó con la presencia de la consejera de Deportes, Cristo Pérez; el jefe de Ventas de Fred Olsen Express, Lorenzo Spinelli; y el responsable de eventos de Intersport Canarias, Alexander Rodríguez.

El reto se presentó con un formato novedoso al plantear una competición por equipos. Así, se estableció un reto individual -obtener 1.000 puntos quemando calorías- para que cada persona se vinculase al equipo que desease (Takete o Baluba), generando una competición entre esos dos equipos para ver cuál de los dos obtenía más media de puntos por persona. El equipo ganador fue Takete, con una media 27,6 puntos por persona, mientras que los integrantes de Baluba obtuvieron 24,04 puntos de media.

La actividad contó con la colaboración de Fred Olsen e Interport y los premios que se entregaron consistieron en un premio de 300 euros de la marca Adidas, un premio de 150 euros de la marca Nike, una Fitness Experiencie en Health Space, lotes de ropa deportiva de Tenerife Isla Activa y dos Garmin Vivofit. Entre los integrantes del equipo Takete se sorteó un billete de barco para dos personas y coche para cualquier isla del Archipiélago canario.

Tenerife Isla Activa tiene como objetivo mejorar la salud de la población de Tenerife implantando hábitos de vida saludable y activos a través de la actividad física y se enmarca en la estrategia Tenerife 2030 que desarrolla la Corporación insular para impulsar los hábitos de vida saludable. El proyecto se basa en la implantación de una estrategia de gamificación a través de la plataforma www.tenerifeislaactiva.com en la que se planifican un conjunto de retos a lo largo del año para aumentar la práctica deportiva en la población.

El sexto reto se basa en un estudio realizado en Tenerife por el psicólogo Wolfgang Köhler en 1929 en el cual se mostró a una serie de sujetos dos formas distintas –una curva y otra recta- y encontré una fuerte preferencia a asociar la forma puntiaguda con el nombre Takete y a la redondeada Baluba, sugiriendo que el cerebro extrae, de alguna manera, propiedades abstractas de las formas y sonidos.