El Cabildo ha concluido la restauración del órgano de la iglesia de Nuestra Señora de la Luz de Guía de Isora, un instrumento que data del año 1871. El presupuesto de esta actuación asciende a 37.000 euros, financiados en un 50 por ciento por la Corporación Insular y el resto por el Ayuntamiento y la propia parroquia.
La consejera insular de Patrimonio Histórico, Josefa Mesa, explica que “el Cabildo destinará este año un total de 100.000 euros al programa de restauración de órganos antiguos para contribuir a recuperar estos singulares instrumentos musicales”. Tras la recuperación de los instrumentos musicales del Convento de Santa Catalina de Siena (La Laguna) y de la iglesia del Pilar de Santa Cruz, presentados recientemente, “tenemos previsto acometer este año la restauración de los órganos de la parroquia de Nuestra Señora de la Encarnación de La Victoria de Acentejo y el de la parroquia de Santa Catalina de Alejandría de Tacoronte”.
El órgano de
la iglesia de Nuestra Señora de la Luz de Guía de Isora
Por su parte, el alcalde isorano, Pedro Martín, ha agradecido a la consejera Josefa Mesa su apoyo, tanto en la recuperación de la torre de la iglesia (inaugurada el pasado mes de septiembre) como del órgano. “Conservar el patrimonio eclesiástico no es solo una manera de proteger un bien religioso, sino también una forma de cuidar de nuestra historia”, ha señalado Martín.
El órgano restaurado en Guía de Isora, que hace el número 17 de los rehabilitados ya en Tenerife, es un instrumento del año 1871 que cuenta con cinco registros, un teclado manual y otro de pedales. Su importancia radia en que es uno de los pocos y valiosos órganos ingleses del siglo XIX que han sido restaurados en España.
Durante el acto inaugural, celebrado esta semana, el órgano fue bendecido por el Obispo de la Diócesis Nivariense, Bernardo Álvarez, acompañado de más de un centenar de representantes del clero, que celebraban en Guía de Isora la festividad de su patrón, san Juan de Ávila. También aprovecharon la ocasión para rendirle un homenaje al isorano Lucio González Gorrín, en sus 50 años como sacerdote.