El Cabildo acondicionará  la pista de Anocheza de la ladera de Güímar, utilizada habitualmente como punto de despegue de vuelos de parapente. Este proyecto, aprobado recientemente por el Consejo de Gobierno, cuenta con un presupuesto de 118.000 euros.

El vicepresidente y consejero insular de Turismo, Alberto Bernabé, explica que esta actuación se enmarca dentro del Programa de Mejora del Producto Turístico impulsado por la Corporación insular, “y la idea es que ésta sea la primera de otras actuaciones similares en diferentes puntos de la Isla relacionadas con la práctica del vuelo en parapente”.

Esta iniciativa se ha materializado gracias a la coordinación entre el Cabildo, Turismo de Tenerife, a través del Departamento de Producto Turístico, la Comisión de Parapente de la Federación Canaria Deportes Aéreos (FECDA) y siempre en colaboración con los ayuntamientos implicados.

Las obras, que tendrán un plazo de ejecución de cuatro meses, contemplan el diseño de una pista de despegue dotada de un pavimento amortiguante y antideslizante, rampas de  acceso que permitan el despliegue de las velas, la estabilización del talud existente, señalética y control de accesos. La pista de despegue tendrá una superficie de 420 metros cuadrados y unas rampas de 170 metros.

Más oferta en el destino

El consejero Alberto Bernabé recuerda que “las actividades de ocio suponen para Tenerife una gran  oportunidad para incrementar la competitividad  del destino  ya que, en la actualidad, el 56,2 por ciento del turismo que visita la Isla realiza alguna actividad turística durante su visita a Tenerife”.

La repercusión económica por la práctica de estas actividades es muy relevante, en torno a los 250 millones de euros anuales, y más de 2.313 euros de ingresos por el completo de las vacaciones de estos segmentos activos. Esta cifra supone el 12,4 por ciento del ingreso en destino y un 3,4 por ciento del  ingreso turístico total.

El turismo activo es un eje de acción clave para la sostenibilidad económica, social y ambiental de Tenerife que, además, contribuye a la generación de riqueza, a la creación de empleo y a la preservación y cuidado de la naturaleza.

Las actividades en la naturaleza, entre las que se encuentra la práctica del parapente, el senderismo, las rutas a caballo o el barranquismo, se han convertido en un producto muy demandado por los turistas cuyo desarrollo contribuye a cualificar la oferta del destino.