El Cabildo de Tenerife, a través del Programa de Dinamización Sociocultural e Intervención Social Ansina, retoma este mes la actividad Nuestros guías, los mayores, una propuesta en la que participan unas 80 personas que aúna voluntariado cultural y Tercera Edad. Esta iniciativa beneficia a un sector de la población que habitualmente está alejado del disfrute de los bienes culturales.

La consejera de Acción Social, Coromoto Yanes, explica que para llevar a cabo esta actividad, un grupo de mayores voluntarios prestan sus conocimientos sobre diversos rincones y pueblos de la Isla a beneficio de otras personas de su edad, ejerciendo así como anfitriones, reforzando las relaciones sociales, en gran medida gracias al hecho de compartir sus vivencias y anécdotas personales.

Ansina busca aprovechar el conocimiento histórico y de tradiciones que nuestros mayores atesoran, sobre todo de carácter etnográfico, patrimonial o de costumbres que pueden convertir cualquier rincón de la Isla en un activo turístico que aporte un plus de información al visitante. Esta acción se desarrolla en estrecha colaboración con las asociaciones de mayores y los ayuntamientos de la Isla.

Para participar en esta actividad no se requiere ninguna formación específica, tan sólo que los voluntarios tengan ganas de participar en el proyecto y compartir sus experiencias. Por este motivo, acuden personas con distintos perfiles profesionales como agricultores, administrativos, profesores o amas de casas.  Ellos son conscientes de que corren el riesgo de permanecer inactivos y, por eso, se apuntan a este tipo de iniciativas.

Entre los más de 80 voluntarios que actualmente participan en este proyecto, la principal franja de edad está entre los 65 y 75 años. Por sexo, están divididos al 50%. La mayoría de ellos se apuntaron en 2011 al proyecto y continúan a día de hoy.  Con relación a la preparación que precisan estas personas antes de ejercer su actividad, hay que señalar que el Programa Ansina les forma sobre la ruta que han elegido o que se les propone.

Sobre los lugares pintorescos que se muestran, en una primera etapa se comenzó con Garachico, Los Silos y Buenavista del Norte. Después se sumaron Vilaflor, Granadilla de Abona, El Sauzal y el núcleo de Taganana, en Anaga. Y en 2015 dieron un paso más y se agregaron a la lista San Juan de la Rambla, Icod de los Vinos y Güímar. Además, en abril de este año, y en colaboración con las dos asociaciones de mayores del lugar, se ha empezado a dar a conocer el núcleo rural de Icod el Alto, en Los Realejos.

El número de voluntarios ha  aumentado en una treintena a lo largo de 2016. En su origen el proyecto arrancó con una docena de voluntarios, frente a los más de 80 actuales, lo que demuestra que el proyecto ha ido en crecimiento.