El Cabildo de Tenerife distinguió hoy [viernes 16], de manera conjunta, a las asociaciones culturales Cruz de la Calle El Sol y Cruz Calle El Medio de Los Realejos con la Medalla de Oro de la Isla de Tenerife. Ambas, formadas por vecinos y vecinas, impulsan la celebración de las fiestas de las Cruces y Fuegos de Mayo en la que destaca su exhibición pirotécnica que tiene la Declaración como Fiesta de Interés Turística.

El presidente, Carlos Alonso, destacó el valor de la participación y la colaboración para que las cosas mejoren y la sociedad avance con el empuje y la fuerza de sus ciudadanos. “Tenemos que hacerlo todos y entre todos”, aseguró. “Ese espíritu participativo” –añadió- “es el que mueve a muchas personas por sacar adelante ideas, ilusiones y sobre todo por mantener viva nuestra cultura y trabajar por el entretenimiento y la felicidad de los demás”.

El presidente quiso resaltar el “gran regalo” que nos ha hecho este “gran equipo de personas” a todos los tinerfeños y tinerfeñas y a los turistas que nos visitan “y que no es otro que el de mantener intacta una tradición que pasa de generación en generación, no sin el correspondiente esfuerzo que lleva aparejado cualquier buen propósito”.

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Agustín Marrero Méndez, presidente de la Asociación Cruz de la Calle de El Sol señaló en su intervención que esta medalla es un reconocimiento al trabajo de todos los vecinos y recordó que “las cosas no valen por el tiempo que duran sino por la huella que dejan”. En representación de Cruz de la Calle del Medio recogieron la distinción María Dolores Hernández Febles y Ainhoa Hernández Delgado. Esta última resaltó la unión generacional de la asociación “sin importar la edad”. El acto concluyó con la actuación del Coro Juvenil del Auditorio de Tenerife

Cruces y fuegos

Los Realejos es un municipio donde se celebran más de 80 fiestas populares a lo largo del año. De entre todas ellas, destaca la de las Cruces y Fuegos de Mayo por ser la más conocida, la más multitudinaria y la que genera mayor número de visitantes. Durante su celebración se lleva a cabo el enrame de más de 300 cruces y una extraordinaria exhibición de fuegos artificiales, la mayor de Canarias y de las más importantes de Europa. Todo ello la hace única en el Archipiélago y la ha convertido en una Fiesta de Interés Turístico de Canarias.

El centro de la celebración de las Cruces y Fuegos de Mayo de Los Realejos está compuesto por las calles de El Medio y de El Sol, en el núcleo urbano de Realejo Alto. La tradición ha mantenido la existencia de un “pique” entre ambas calles, debido a la existencia de dos clases sociales bien diferenciadas: los propietarios de las tierras residentes en la calle de El Medio, también conocida como calle de los Marqueses, y los medianeros y pequeños campesinos que tenían sus viviendas en la calle de El Sol.

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Esta rivalidad consistía en que al paso de la Santa Cruz en la procesión de su festividad de mayo, cada calle encendía hogueras, humos de colores y se hacía mucho ruido, de modo que ganaba aquella que mayores fogatas, mayores columnas de humo o más ruido hubiera hecho. Pero tras la irrupción de las pirotecnias y fábricas de fuegos de artificios, se pasaron a vivir auténticas batallas campales con petardos y voladores que surcaban el cielo. De esta situación solo queda el recuerdo, aunque la tradición ha hecho que ambos bandos preparen la fiesta por separado, rivalizando en magnitud y espectacularidad.

La celebración festiva se financia íntegramente por vecinos y simpatizantes, que no dudan en pedir puerta por puerta, al amparo de sus comisiones, y solicitar la llamada “perra de la Cruz” para sufragar los gastos de tamaño acontecimiento. También se realizan numerosas actividades, todas ellas con el mismo fin: disfrutar de las fiestas de la Cruz.

Son tres los elementos que conforman el Día de la Cruz en Los Realejos: los enrames florales de las cruces; los originales enrames de las calles de El Medio y El Sol, y la extraordinaria exhibición pirotécnica de ambas calles, y que conforman el pique. Así, los enrames de capillas, ermitas y cruces de caminos y fachadas se propagan por todo el municipio, si bien es en la calle de El Sol y la calle de El Medio donde con mayor expectación se vive este precioso espectáculo artesanal, obra de los vecinos de la zona.

El enrame de las calles fue el detonante para que, hace ya muchos años, comenzara el famoso “pique”. En un principio se decoraban con plumas, ramos y otros adornos que pendían como faroles de papel, cuerdas y ristras. Los vecinos se reunían en los zaguanes de las casas, desde algunos meses antes de la llegada de la fiesta, para preparar la decoración. Uno y otro bando competían por hacerse con la pluma de mayores dimensiones o la rama más vistosa. Hoy en día sigue la “rivalidad”, aunque los vecinos utilizan otros materiales para engalanar la fiesta.

La exhibición de fuegos artificiales que inundan el cielo de Los Realejos y de todo el Valle de La Orotava está considerada como una de las mejores de Europa. Tiene lugar el día 3 de mayo, al paso de la procesión de la noche, con la Cruz de plata, por las calles de El Sol y El Medio, y es una maravillosa expresión de arte efímero, de color y belleza.

Y hoy, cuando todos gozan de los mismos derechos, el “pique” sólo cabe como elemento anecdótico y enriquecedor de un patrimonio inmaterial que ha sobrevivido únicamente gracias al trabajo de los ciudadanos y a su interés por conservarlo. Han sabido mantener viva la llama del ingenio para que el paso de la Santa Cruz por su calle sea de lo más vistoso y luminoso, tal y como aprendieron de sus antepasados.