El presidente del Cabildo de Tenerife, Carlos Alonso, acompañado de la consejera de Acción Social, Cristina Valido, entregó hoy [martes 4] en el Salón de Actos de TEA Tenerife Espacio de las Artes los galardones correspondientes a la vigésimo primera edición de los Premios Ansina a los Valores Humanos, una convocatoria que parte del Área de Acción Social de la Corporación insular. Estos galardones del Programa de Dinamización e Intervención Social Ansina distinguen a las entidades y personas que han destacado en la Isla por su labor en favor de los mayores.

En su intervención, Carlos Alonso subrayó la importancia de este acto, que supone un reconocimiento a personas que ayudan a otras a tener una mayor calidad de vida: “Esta isla es fuerte gracias a los nodos de solidaridad que tejen personas como ustedes”, dijo en referencia a los premiados. El presidente destacó el papel femenino mayoritario en este servicio a las personas que más lo necesitan. Por su parte, Cristina Valido subrayó el carácter emotivo de esta entrega de los premios anuales de Ansina “a personas que dan felicidad a quienes más lo necesitan y, al efecto, puso en valor el trabajo de los voluntarios”.

En la modalidad de entidades, el premio recayó en las Siervas de María en Tenerife, por su asistencia altruista a personas mayores y enfermas; en el Servicio de Voluntariado en Hospitales de la Asociación Española contra el Cáncer (AECC), que desarrolla su actividad desde hace 24 años; y en el Grupo de Mayores Cuentacuentos, que desde hace 6 años transmite valores a través de la cultura en centros educativos, principalmente.

En la modalidad individual, los premios recayeron en Carmen María Rodríguez Rincones: miembro del Consejo Territorial de la ONCE e integrante de la Comisión de Mayores Jóvenes e Igualdad de este consejo; María Cristina Orio Díaz, terapeuta ocupacional y voluntaria de Cruz Roja, destacando su labor en el programa para evitar el aislamiento y exclusión social de los mayores de Anaga; y Carmen Correa Mesa, responsable del Comedor de la Asociación Nacional de Caridad de San Vicente de Paúl, en el barrio capitalino de San Pío, a donde acuden toxicómanos, mayores que viven solos o personas en paro.

Los Premios Ansina a los Valores Humanos poseen un carácter honorífico y persiguen estimular, mediante el reconocimiento público, la labor que tanto entidades como personas anónimas desarrollan en favor de los mayores. De esa manera, se resalta de las primeras su labor en favor de la integración social y de las condiciones de vida y de las segundas, su dedicación prestando servicios en diferentes ámbitos y su ejemplo.  Los Premios Ansina a los Valores Humanos son, además, un estímulo para los receptores de estas distinciones porque valoran no sólo lo que se ha hecho, sino también -de una forma especial-, lo que se puede llegar a hacer, permitiendo ser un aliciente para acciones futuras.