TEA Tenerife Espacio de las Artes, centro dependiente del Cabildo Insular, presentó hoy [jueves 26] Limbo, la primera exposición de fotografías de Juan Carlos Fresnadillo (Santa Cruz de Tenerife, 1967), que será inaugurada mañana [viernes 27] a las 20:00 horas. El presidente del Cabildo de Tenerife, Carlos Alonso; el director del Centro de Fotografía Isla de Tenerife, Antonio Vela; el comisario de la exposición, David Olivera; y el propio artista Juan Carlos Fresnadillo fueron los encargados de dar a conocer los detalles de esta nueva propuesta expositiva, que podrá visitarse hasta el 11 de septiembre, de martes a domingo de 10:00 a 20:00 horas. Integrada por treinta fotografías en blanco y negro, Limbo sorprende, seduce y atrapa las miradas de quienes se asoman a él. Y es que en las fotografías de Fresnadillo se puede apreciar una trama que va arraigada a su subconsciente desde la infancia: el misterio.

El presidente del Cabildo, Carlos Alonso, resaltó la importancia de esta muestra a través de la cual el creador tinerfeño descubre, atrapados en negativos, momentos de sus viajes. Tras dar la bienvenida a Fresnadillo -recién llegado de Estados Unidos donde reside-, Alonso explicó que Limbo recoge una selección de sus trabajos fotográficos, inéditos hasta la fecha. Y es que el propio artista reconoció que es precisamente en sus fotografías donde nacen sus historias. “Todo empieza con la fotografía, es como la cocina de mis historias”, señaló Fresnadillo a la vez que confesaba que le costó superar la barrera del “pudor y la timidez” para poder sacar a la luz estos trabajos, que son en definitiva su “lugar de intimidad”.

Tras las palabras de Antonio Vela, quien reconoció que desde la primera vez que vio las fotografías de Juan Carlos Fresnadillo -“un cuaderno de notas que puede dar paso a cualquier relato que nosotros podamos imaginar”- siempre había estado “decidido a hacer una exposición” con sus trabajos. Sus obras son “paisajes urbanos muy a pie de calle”, dijo el director del Centro de Fotografía Isla de Tenerife. Por su parte, el comisario adelantó que están trabajando para que Limbo itinere por otras ciudades de Europa y Estados Unidos. “Sus fotografías nos hace hacernos preguntas a través de la luz y de la oscuridad”, agregó Olivera quien valora el hecho que en sus escenas, nocturnas en su mayoría, el artista ha capturado el instante preciso en el que los personajes y el entorno parecen enunciar por sí mismos sus preguntas. “Las fotografías de Fresnadillo tienen algo que nos remueve por dentro”, indicó Olivera.

Fresnadillo aseguró que ver su obra expuesta en TEA “es un momento muy emocionante y especial”, ya que hacerla aquí, en su Isla, es donde “tenía sentido” porque es aquí donde nació su idea de contar historias. No obstante, reconoció que es en las fotografías donde todo empieza, que éstas con “la síntesis de una historia”. En Limbo, serie que se gestó en 2012 en Buenos Aires con la intención de “sacar partido a la soledad de los viajes”, todo son “imágenes robadas” en las que puede sentirse una mirada “misteriosa y un tanto enigmática”. “En cada una de estas fotografías hubo una conexión con ese instante, que me invitó a capturarlo”, indicó el cineasta que aseguró que “el blanco y negro ayuda a revelar una realidad que está como oculta”. “El blanco y negro me ayuda a adentrarme en esa dimensión misteriosa”, agregó Fresnadillo.

En cada una de estas imágenes, escenas captadas en 13 ciudades de cinco países (España, Estados Unidos, Reino Unido, Argentina y Francia), Juan Carlos Fresnadillo enfrenta al espectador a lo que cada una de estas fotografías esconde. Sus imágenes resultan enigmáticas y, amparándose en un blanco y negro, logra centrar la atención del que mira en desvelar lo que las luces muestran. Los sujetos fotografiados en ciudades como San Francisco, Londres, Santa Cruz de Tenerife, Nueva York o París se funden con el entorno y parece que no desean ser descubiertos pese a estar totalmente expuestos ante la mirada del fotógrafo.

Uno de los rasgos característicos de esta muestra, que cuenta con la colaboración del Gobierno de Canarias y de la Sociedad de Desarrollo del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, es precisamente la relación que se establece entre los personajes y el lugar en sí. Hay en este Limbo escenas variadas en las que se pueden ver desde paisajes urbanos (envueltos por un cierto halo de misterio como en la imagen en la que unos edificios casi fantasmagóricos de Nueva York se funden con el cielo) hasta retratos de sombras o una boda donde los rostros de novios e invitados desaparecen en la penumbra. La playa, el mar, las olas o el agua son otros de los elementos principales de esta muestra en la que no falta un bodegón ni una estampa que invita a nuestra memoria a viajar a un clásico del cine (Los pájaros, de Alfred Hitchock).

Tomadas entre los años 2012 y 2015, en las fotografías de Juan Carlos Fresnadillo la fugacidad casi se puede palpar. Son las suyas fotografías en las que no habitan sonrisas, en las que no hay ni poses ni artificios. Fotografías cotidianas, a pie de calle, donde las escenas -que él eterniza- se desvanecen casi tras el disparo de su cámara. Juego potente de luces y sombras, contrastes que en cierto modo nos trasladan a pinturas barrocas. Accident (Madrid, 2013), Attack (San Francisco, 2013), Moonstrucks (Santa Cruz de Tenerife, 2013), Mother and son (Oregon, 2013) o Revelation (Buenos Aires, 2012) son algunas de las obras que construyen este Limbo. 

Durante la presentación de la muestra, Antonio Vela adelantó que Limbo se completará con la edición de un libro en el que -junto a las obras expuestas en TEA- presentará un conjunto más amplio de su obra fotográfica. En Limbo, Fresnadillo descubre una faceta hasta ahora desconocida para muchos del director que, sin embargo, se reconoce como fotógrafo antes que cineasta. Cabe resaltar que esta muestra es, en cierto modo, un pequeño acto de rebeldía y que -como señaló el comisario de la misma, David Olivera- supone un gesto de desobediencia ante la aceleración a la que nos obligan los 24 fotogramas por segundo.

Juan Carlos Fresnadillo es un guionista y director de cine nacido en Santa Cruz de Tenerife en 1967 que, poco antes de cumplir los 20 años, se trasladó a Madrid donde estudió Sociología por la Universidad Complutense de Madrid y obtuvo la titulación de Fotografía y Cine en la Escuela Superior de Artes y Espectáculos. Fue la época en la que creó su propia productora audiovisual, Zodiac Films. Con ella alumbraría distintos trabajos publicitarios y sus primeros cortometrajes. Así, tras participar en el cortometraje El juicio final, dirigido por Gustavo Fuertes, en 1996 decidió debutar como director de pequeñas obras, siendo Esposados su primer trabajo propio.

Este corto recibió hasta cuarenta premios nacionales e internacionales, incluyendo la nominación al Oscar a Mejor Cortometraje de Ficción. El éxito de esta historia le sirvió a Fresnadillo como trampolín para emprender su primer largometraje: Intacto. Esta cinta obtuvo en 2001 ocho candidaturas a los Premios de la Academia de las Artes Cinematográficas de España y tuvo una gran acogida entre público y la crítica. Después vendría la realización de Psicotaxi y, tras varios años trabajando como realizador publicitario, 28 semanas después, un largo que se convertiría el mismo fin de semana de su estreno en la segunda cinta en cartelera más taquillera en Estados Unidos. Su siguiente trabajo Intruders (2011), protagonizado por Clive Owen, tuvo un excelente recibimiento por parte del público y la crítica internacional.