El Auditorio de Tenerife “Adán Martín” acogió hoy [miércoles 25] una actividad con motivo del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. Un grupo de bailarines no profesionales, que pertenecen a los colectivos del Centro de Educación de Personas Adultas (CEPA), de Santa Cruz, y de Mujeres de Añaza Emprendedoras, ofrecieron una pieza de danza contemporánea delante de un lazo de cinco metros de alto, que estaba colgado de la fachada del recinto cultural del Cabildo de Tenerife.

Este acto contó con la participación de la coordinadora artística y pedagógica de Tenerife Danza Lab, Helena Berthelius; la responsable del proyecto Danza en Comunidad e integrante del TDL, Laura Marrero, y el director del CEPA Santa Cruz, Alfonso Ballesteros.

Berthelius señaló que “el Cabildo, Auditorio y Tenerife Danza Lab se han querido sumar a la propuesta del CEPA de Santa Cruz en esta reflexión sobre un problema que nos atañe a todos y a todas”.

Laura Marrero apostó porque “la danza contemporánea recupere los valores que ha perdido” y señala que ese es uno de los objetivos que persigue Danza en Comunidad. En esta propuesta concreta, les han pedido a cada hombre y cada mujer participante que defina qué es ser hombre y mujer y qué cambiarían en la sociedad. “Recibimos tantas respuestas como participantes, pero en lo que sí coincidieron fue en que todos somos iguales”, señaló la bailarina de Tenerife Danza Lab.

Uno de los alumnos del CEPA, Alejandro Poleo, explicó que “esta lacra social debe ocupar más tiempo en las escuelas, para que los alumnos aprendan los valores fundamentales para convivir en armonía”. Uno de los bailarines no profesionales que participó en la pieza señaló que “hay que dar más luz a esta oscuridad que es la violencia contra la mujer”.

Por último, y tras ejecutarse la pieza de danza contemporánea, el director del CEPA de Santa Cruz, Alfonso Ballesteros, agradeció la participación a todos los colectivos en este acto y recordó que en los últimos diez años han sido condenados en España 300.000 maltratadores, cifra que supone más que toda la población de la capital tinerfeña. “En el ámbito educativo hay que activar todos los recursos posibles para que los escolares tengan conciencia sobre esta problemática porque la situación actual nos debe sonrojar a toda la sociedad”.