TEA Tenerife Espacio de las Artes ha programado para este fin de semana el largometraje Camino de la cruz, de Dietrich Brüggemann (Múnich, 1976). La película se podrá ver desde el viernes [día 3] hasta el domingo [día 5] en dos pases diarios que comienzan a las 19,00 y 21,30 horas. La proyección, que tendrá lugar en este centro de arte contemporáneo del Cabildo, será en versión original en alemán con subtítulos en castellano. Esta cinta resultó galardonada en el festival de cine de Berlín (mejor guión) y en la Seminci de Valladolid (Espiga de Plata y Premio FIPRESCI).

María tiene 14 años y tanto ella como su familia forman parte de la Iglesia Católica Fundamentalista. María vive, así, su día a día en un mundo moderno, pero su corazón le pertenece a Jesús. Su sueño es seguirle, dedicarle su vida entera, convertirse en santa e ir al cielo, como esos niños santos de los que tanto le han hablado. Así, María hace las 14 estaciones, al igual que Jesús hizo en su camino a Gólgota. Nadie puede pararla, ni siquiera Christian, a quien María ha conocido en el colegio, a pesar de que, en otro mundo, ambos podrían haber sido amigos, o incluso algo más que amigos. Detrás de ellos, se encuentra una familia rota, que encuentra consuelo en la fe. La película es una historia de religión, devoción y fe radical.

Camino de la cruz 01

Brüggemann cuenta en este trabajo con la interpretación de Lea Van Acken, Franziska Weisz, Florian Stetter, Lucie Aron, Mortiz Knapp, Klaus Michael Camp, Hanns Zischler, Birge Schade, Georg Wesch, Ramin Yazdani. El director germano ha estructurado este largometraje en 14 planos secuencia, que se corresponden con cada una de las estaciones del Vía Crucis. Brüggemann justifica la elección de este tema para su última película diciendo que “muchas veces nos preguntamos qué sucede en una familia profundamente religiosa que reza a un Dios que se toma más en serio a sí mismo que a cualquier otra cosa”.

Para el director de esta cinta, “la Sociedad de San Pío X, que sirvió de inspiración para la Sociedad de San Pablo en Camino de la cruz no es, en comparación con otras sociedades, un movimiento de masas a pesar de que tiene sus seguidores. Y lejos de estar al margen del catolicismo, ocupa en realidad el corazón de la Iglesia. Según ellos, la Iglesia se vació de contenido en la década de los 60, y sólo la Sociedad de San Pío X se mantuvo fiel a la verdadera esencia de la fe”.

“Anna y yo conocemos este entorno ya que nuestra propia familia perteneció a los círculos de la Sociedad de San Pío en la década de los 90. En aquel entonces, nuestro padre opinaba que estaba bien. Después se fue relajando. Nuestra familia era bastante atípica, y las razones son complejas. La película no representa a nuestra familia ni busca resolver cuestiones pendientes. El punto decisivo es: gracias a esta situación, hemos obtenido información que hubiera sido muy difícil de conseguir de otra forma. Yo estoy siempre a favor de que los cineastas sepan de lo que están hablando. Y ese es el caso en esta película”, apunta Dietrich Brüggemann.