El Museo de la Naturaleza y el Hombre del Cabildo inaugura hoy viernes [día 6], la exposición temporal ‘La mujer guanche. La fuerza de lo invisible’, que abre sus puertas hasta el 5 de octubre. En esta muestra se lleva a cabo un acercamiento a la mujer guanche a través de los trabajos que realizan ambos sexos, teniendo en cuenta el espacio donde se desenvuelven. Así, está compuesta por enseres que utilizaban las mujeres, imágenes de grabados, y la representanción de un Tagoror.

El acto de presentación de la misma contó con la vicepresidenta insular, Cristina Valido, quien felicitó el “gran trabajo llevado a cabo por Museos de Tenerife”. De igual modo, hizo alusión a “lo idóneo de la celebración de esta exposición en estos días, próximos a la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, el 8 de marzo”. Destacó, también, el papel que ha jugado la mujer a lo largo de la historia, y apuntó que “han sido ellas las artífices de los logros y éxitos de muchas personas”.

Exposición mujeres guanches (1)

La muestra se divide en dos ámbitos: el público y el privado, que genera un modelo diferenciado de actividades justificado en la diferencia sexual. El espacio público, visible y de mayor trascendencia social, corresponde al hombre. Las mujeres se mueven, generalmente, en el espacio privado, doméstico, realizando actividades socialmente intrascendentes por el simple hecho de ser consideradas naturales, cotidianas y rutinarias.

Por su parte, la consejera de Museos, Amaya Conde, hizo especial hincapié en “la dificultad que ha tenido la realización de esta exposición, pues no tenemos fuentes. Las mujeres no han sido protagonistas de estudios ni textos, por lo que cuesta mucho más deducir lo que hacían”. “De todas formas –dijo- espero que la muestra genere debate y curiosidad. Que atraiga a todos”.

Cabe destacar que las descripciones y los trabajos históricos o arqueológicos realizados sobre la sociedad guanche no siempre han tenido en cuenta el valor y la importancia de las mujeres en el desarrollo de la sociedad, pues han sido descritas y analizadas desde el punto de vista del hombre. Esos relatos las han evitado, a pesar de que ellas han sido las que han creado, constituido y ocupado importantes espacios de acción social derivados de sus actividades, funciones y conocimientos. Todo ello ha permitido la reproducción y la pervivencia de la sociedad.