TEA Tenerife Espacio de las Artes, centro de arte contemporáneo del Cabildo, proyecta este miércoles [día 8], con motivo del día Internacional de la Mujer, La pasión de Juana de Arco (La passion de Jeanne d’Arc, 1928), de Carl Theodor Dreyer. La película muda, que protagoniza la actriz Renée Jeanne Falconetti -cuya actuación en este filme ha sido descrita como una de las mejores de la historia del cine- narra el procesamiento de la heroína francesa ante la Inquisición.

Considerada como una de las joyas del cine universal, La pasión de Juana de Arco se podrá ver en este espacio a partir de las 20:00 horas. La entrada es gratuita, previa retirada de las invitaciones en la taquilla el mismo día del pase. Eugene Silvain, Maurice Schutz, Michel Simon, Antonin Artaud y André Berley completan el elenco de este trabajo sobre las pasiones humanas y la actitud ante el sufrimiento.

Durante la Guerra de los Cien Años, concretamente en el año 1431, la joven francesa Juana de Arco -que afirma sentirse influenciada por la palabra de Dios- acaba de salvar a los franceses y llevarlos a la victoria frente a las tropas inglesas. Sin embargo, esto no le evita el sufrimiento de morir despiadadamente devorada por el fuego. La mujer es acusada de brujería y herejía y condenada a muerte. El filme se centra, más que en el proceso bélico, en el transcurso judicial desde que Juana de Arco es arrestada hasta que un tribunal eclesiástico la condena a ser quemada viva en la hoguera.

El director Carl Theodor Dreyer (1889-1968) fue un personaje único en la cinematografía danesa. Contrario a las concesiones y perfeccionista en extremo, está considerado como uno de los principales creadores del arte cinematográfico. Debutó como director de largometrajes para Nordisk Films Kompagni, en 1919, con la dramática saga familiar El presidente, a la que siguió Páginas del libro de Satán (1921) y El amo de la casa (1925).

Gracias a La pasión de Juana de Arco, una de las obras más completas del cine mudo, Dreyer pudo realizar su siguiente película Vampiro (1932). En 1934, Dreyer regresó a Dinamarca, donde lo esperaba un período marcado por las dificultades y los proyectos fallidos. Finalmente, en 1943, logró realizar su siguiente largometraje, Dies Irae, una historia de amor trágico que transcurre durante el período de la caza de brujas del siglo XVII. Durante los años que siguieron a la Segunda Guerra Mundial, Dreyer contribuyó a la producción danesa oficial de cortometrajes con una serie de películas, entre ellas Llegaron al ferry (1948) y La palabra (1955). Su última película, Gertrud (1964), que fue muy discutida tras su estreno, se consideró posteriormente como una de las obras maestras del cine moderno.